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Ahora Elijo  Cambiar

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Por lo general cuando elegimos cambiar es cuando estamos comprometidos en sufrimiento. Cambiar significa modificar nuestra conducta y nuestra forma de pensar. Y esto por lo general no lo hacemos hasta llegar a estar metidos en una situación de conflicto donde nos sentimos perdidos y sin control. Como por ejemplo estar viviendo un trauma ocasionado por alguna enfermedad, alguna perdida; situaciones donde se drena toda nuestra energía llegando a sentirnos tan mal que nos vemos forzados a finalmente hacer una elección diferente. Es en estos momentos de crisis, momentos de profundo miedo y malestar, donde para poder sobrevivir llegamos al punto de analizar finalmente la manera en como estamos viviendo la vida, encontrando la necesidad de hacer cambios.

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Tenemos opciones de aprender y crecer, cambiando en un estado de dolor y sufrimiento o haciendo elecciones que nos llevan a evolucionar en un estado de serenidad y paz. Sin embargo, es nuestra naturaleza llegar a hacer cambios en situaciones extremas. El cambio nos da miedo, y por varias razones. La principal tal vez es miedo a lo desconocido, no sabemos cómo manejar situaciones de una forma distinta a la ya bien conocida. Aquí debemos mencionar también el miedo a tener éxito. Estamos acostumbrados, habituados a una rutina y a tener el control, y en una nueva oportunidad nos incomoda la falta de control por lo no conocido, y esto nos genera angustia y ansiedad. También al cambiar, estamos asumiendo nuevos retos que nos pueden llevar a vivir algún tipo de perdida, ya que comenzamos a caminar de forma distinta y esto puede crear un sentimiento de soledad al ser señalados, criticados, no aceptados, perdiendo así nuestra pertenencia. La manera en que enfrentamos el cambio esta intrínsecamente relacionada a la estima que tenemos de nosotros mismos.

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Al sentirnos seguros de nosotros mismos, capaces de logros, podemos ver el cambio como un gran reto, como una motivación, como un impulso. Cuando nos sentimos con poco valor de nosotros mismos, el cambio nos crea malestar y nos asusta. La forma en que lo enfrentemos está relacionada a lo que vivimos, experimentamos, percibimos y aprendimos en nuestra infancia, haciendo conclusiones donde se redactaron y escribieron nuestras “creencias”, muchas que aun hoy en día nos dirigen en el camino. A veces necesitamos ayuda para lograr vernos en el espejo de una forma diferente. Lo primero para lograr hacer elecciones de cambio es darnos cuenta donde estamos metidos, y reconocer que en el fondo lo menos que queremos es cambiar nosotros, preferimos que sean los otros quienes cambien.

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A empezar entonces a conocernos!

Analizando nuestras actitudes.

Revisando nuestras “Creencias”.

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Modificando el concepto que tenemos de nosotros mismos, fortaleciendo así nuestra estima. Los temores que sentimos por lo general son imaginarios y también muy exagerados. Nos merecemos sentirnos bien y lograr todo lo que deseamos.

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Entonces, nos quedamos como estamos? O decidimos comenzar a conocernos para hacer cambios y

transformarnos en una versión mejor de nosotros mismos?

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Un abrazo sanador,

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Cathy

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